Tonino Guitián Badenes

Recuerdos de doña Teresa Badenes Boluda, hija de Teresa Boluda Martí, encarcelada en Alaquàs durante la guerra
«Nazco en 1924, soy valenciana, y vivo en Teruel pues mi padre es profesor de dibujo de las escuelas normales, o sea, de maestros y profesores de Bellas Artes. Con un precioso currículum saca plaza en Valencia y lo intercambia con otro profesor que se jubila muy pronto. Le hace ese favor. Entonces, esto ocurría de común acuerdo. Las cosas ocurrían de una manera más sencilla que ahora. Del nombre del otro profesor de instituto y de las escuelas normales, no me acuerdo. Tengo cinco años, y en mi cabeza suenan los nombres de Miguel Primo de Rivera y otros como gente muy severa. Parece ser que dimite el alcalde de Teruel, o lo tiran, y como mi padre es muy querido en Teruel, le nombran alcalde a la fuerza. Algo ocurre en el Ayuntamiento que él no puede admitir y se pone enfermo. Fue algo acerca del matadero de la ciudad, me parece, un lío de dinero que nadie sabía dónde estaba. Era un hombre muy humilde, un artista, que no quería líos de política. Y un día a causa de su malestar o enfermedad que le provoca esta situación, muere en Teruel de manera trágica. Tengo cinco años y mi hermano siete y medio. Mi hermano, pobrecito, era muy bueno, y así como yo me callé y hacía como que no me enteraba, mi hermano lloraba a toda hora, no sabíamos por qué, pero le decías cualquier cosa y lloraba. Ahora entiendo por qué lloraba, claro. Yo entonces estaba en Teruel, con mis padres, porque era pequeña, y él con los abuelos, en Valencia.

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De este episodio, a pesar de mi edad, tengo muchos recuerdos, aunque intentan ocultármelo yo me enteraba de todo porque era muy pilla de pequeña. Mi tío, hermano de mi madre, era el mayor de cinco hermanos y mi madre la pequeña; se llevan muy bien y nos lleva a la casa de mis abuelos en Valencia, con quien viven él y otra hermana más. Somos felices, pues se porta como un verdadero padre. Mi tío es sastre. Vivimos todos en la vivienda de la tienda, en la calle Cirilo Amorós. En 1936 estalla la guerra. Tengo doce años. Recuerdo cómo se llevan el oro y la plata del Banco de España, pasaba yo por allí, y no sé si es imaginación mía, pero lo tiraban como por un tobogán y recuerdo el ruido que hacía el metal al caer. Queman la catedral de Valencia, mi prima vive en una casa unida a la Seo, y queman la catedral y su casa, que es de su tío, canónigo de ésta. Mi tío se trae a los tres a casa: mi tía, mi prima y el canónigo. Están todos en casa unos meses, hasta que encuentran otra casa y se van. El canónigo, tío de la madre de mi prima, Calixto Hernández, acaba en la prisión de las Torres de Quart. Mi prim(...)